Ayudanos a emprender

Recesión o Victoria


Crisis,  desempleo, pobreza, austeridad, manifestaciones, corrupción, inoperancia, déficit, …

Son éstas algunas de las palabras que más resuenan en los foros, todas ellas con una marcada connotación negativa, aunque también se pueden ver / leer / oír otras de carácter positivo, como emprendedores, recuperación, reforma, soluciones, …

Lo que me asombra (y no termino de acostumbrarme a ello) es que muchísima gente espera a que la “crisis” se resuelva por si misma en el medio plazo, y mientras tanto lanzan al aire mensajes de “recuperación”, de que “hemos tocado fondo”, mientras los indicadores (económicos y no económicos) muestran una situación cada vez más deteriorada y difícil para todos en España.

Se habla ya de “cierta recesión”, pero no se ponen en marcha de forma inmediata acciones contundentes para “cerrar la crisis” y empezar a remontar el vuelo de la competitividad.

Como colectivo, los españoles hemos asumido que la recesión debe cabalgar a sus anchas por el país hasta que salga de nuestras fronteras y lleguen tiempos mejores, y no nos atrevemos a plantearnos medidas “de choque” para acelerar el proceso.

Como si todo fuese sólo una cuestión de “liquidez” o de “deuda soberana", o de “acceso al crédito” o de “sueldos bajos”,
  • hablamos de gestionar el talento, pero dejamos que el talento de nuestros jóvenes escape a otros países para quizás no volver
  • hablamos del capital humano como nuestro principal activo, pero nos preocupamos sólo del “capital”, dejando a los “humanos” en el pasivo de las cuentas de resultados
  • hablamos de gestionar el conocimiento, pero no aprovechamos el conocimiento y la experiencia de nuestros mayores, adquiridos y depurados durante largos años de continuo esfuerzo
  • hablamos de innovación, pero no estamos dispuestos a cambiar nada
  •  hablamos de hacer las cosas bien y ser competitivos, pero no actuamos sobre las palancas de la competitividad ni usamos herramientas adecuadas de gestión
  • hablamos de responsabilidad social, pero siempre ponemos nuestro interés individual (como personas y como organizaciones) por delante del interés colectivo
  • hablamos de sostenibilidad, pero centramos los esfuerzos en el muy corto plazo
  • hablamos de esfuerzo colectivo, pero aplicamos casi siempre la ley del mínimo esfuerzo, y que se esfuercen los demás
  • hablamos de aprender de los errores, pero siempre echamos la culpa a otros
  • hablamos de ética y valores, pero aprovechamos cualquier “resquicio” para saltarnos las normas y utilizar métodos de gestión cuando menos “discutibles”
  • hablamos de flexibilidad, pero en cuanto podemos nos agarramos a la rigidez de las “normas”
  • hablamos de la reputación (el buen saber y hacer) de personas y organizaciones, pero ponemos en foco sólo en la imagen, y con ella jugamos
  • hablamos de resultados “relativamente buenos”, pero buscamos siempre marcos de referencia mediocres con los que compararnos, sin atrevernos a hacerlo con los mejores
  • hablamos de potenciar a los emprendedores, pero ponemos innumerables filtros para quedarnos sólo con los mejores proyectos empresariales, cegados por la idea un rápido crecimiento y su correspondiente traducción a “retorno de la inversión”

Como buen país mediterráneo, hablamos mucho, pero no somos consecuentes con lo que decimos.

¡¡ Y aquí está la base del problema ¡!

¿Que pasaría si?
  • nos preocupásemos de verdad por la sostenibilidad de nuestras organizaciones e instituciones
  • la ética y los valores fuesen la base de nuestra gestión
  •  pusiésemos el foco en la excelencia de nuestros resultados
  • desarrollásemos (de verdad) una buena reputación como colectivo (en todas las escalas)
  • pusiésemos el interés colectivo por delante del interés individual
  • hiciésemos las cosas bien, a ser posible a la primera
  • cambiásemos todo aquello que deba ser cambiado para añadir valor a nuestra sociedad
  • promoviésemos una cultura que premie la actitud, el esfuerzo y el éxito
  • aprendiésemos de verdad de nuestros errores pasados, consolidando este aprendizaje para su uso común
  • utilizásemos el conocimiento de nuestros mayores para ayudar a los que empiezan
  • aprovechásemos de verdad el talento de nuestra gente para desarrollar nuevas oportunidades en el mercado global
  • desarrollásemos el capital humano que ya tenemos, para aumentar su cualificación, su profesionalidad y su polivalencia
  • ayudásemos a los emprendedores a poner en marcha muchos pequeños proyectos empresariales, que al menos proporcionen autoempleo
Muy probablemente empezaríamos a cosechar algunos éxitos a muy corto plazo (generación de empleo, aumento de los ingresos del estado, consolidación fiscal, generación de flujo de caja, aumento de la actividad microeconómica, …) que sembrarían y abonarían el terreno haciendo que la situación sea lo suficientemente llevadera para que las políticas de medio y largo plazo puedan ir calando poco a poco …

Pero para que esto sea una realidad tenemos que estar dispuestos a cambiar nuestra forma de hacer las cosas.

¿sigues esperando a que “alguien” nos saque de la recesión?

¿o estás preparad@ para dar el primer paso hacia la victoria de la competitividad?

¿Recesión o Victoria?
¡¡ La elección es sólo tuya !!

Convierte cada paso en una meta, y cada meta en un paso
Confucio


Fundación Emmanuel Casbarri                Desarrollamos Emprendedores

¿Crees que los Directivos españoles están preparadas para "innovar" de verdad?